Amatista.
Se le atribuye el poder de evitar la embriaguez, de ahí su nombre.
Dice el médico árabe Kindy que la Amatista purifica y limpia el cuerpo y la mente.
Favorece la comprensión y la persuasión. Asimismo, la Amatista es una piedra que consuela en el dolor y proporciona alivio en los momentos de angustia.
Tiene vibraciones sedantes. Equilibra el cuerpo cuando hay alteraciones del sueño. Potencia las glándulas endocrinas y el sistema nervioso. Está indicada para el tratamiento de la artritis.
En América es considerada una piedra que atrae la buena suerte en general. Aporta paz y equilibrio. Estimula la inteligencia. Ayuda en el tratamiento de la diabetes.
Desarrolla la comprensión y nos capacita para afrontar los problemas que nos acucian.
Simboliza el equilibrio y la pureza, la serenidad y la modestia.
Es una de las piedras más interesantes para meditar.
Muy indicada en los estados depresivos.
Se dice de la Amatista que tiene el poder de influir en los ambientes crispados por la discordia y hacerlos agradables y sinceros.
Se dice que esta piedra crea armonía. Es una de las femas más interesantes de todo el amplio abanico de minerales que existen, así pues, no debería faltar una Amatista en nuestra casa.