El Cuarzo suele crecer con una base de tierra, y va creándose hacia arriba. Pero en circunstancias especiales, de tierra más arcillosa, es posible que éste crezca hacia los dos lados, por lo que tenemos un Cristal de seis caras y de dos vértices, uno por cada lado.
Suelen ser generadores con una punta en cada terminación del cristal.
Son cristales capaces de irradiar la energía hacia dentro y hacia fuera, desde cualquiera de sus extremos.
Concentrando las energías en el centro del cristal y pudiendo proyectar esa esencia unificada, desde ambas puntas hacia el exterior.
La concentración de fuerza en el cristal de dos puntas es un valioso instrumento para meditación y la telepatía.
Demuestran que sí es posible conseguir el equilibrio en la dualidad, la armonía entre espíritu y materia. Transmiten la sensación de unidad, siendo útiles para personas desequilibradas mental o emocionalmente.
Son grandes sanadores ya que por una punta “agarran” las energías retenidas del cuerpo, y por el otro lo expulsan y reciclan.
Al concentrar su energía en el centro se pueden utilizan para deshacer bloqueos energéticos que impiden la circulación correcta energética a través del cuerpo.
En terapias se utilizan para deshacer bloqueos entre los chakras, acelerando el proceso curativo y armonizando los centros energéticos.
Puede con los bloqueos mentales tenaces, comportamientos adictivos y actitudes poco saludables. Borrando estos programas equivocados, podemos generar una opción más positiva de la vida.