Funciones principales de los Chakras:
- Revitalizar cada cuerpo aural o energético y con ello el cuerpo físico.
- Provocar el desarrollo de distintos aspectos de la autoconciencia, pues cada chakra está relacionado con una función psicológica específica.
- Transmitir energía entre los niveles aurales ya que cada capa progresiva existe en octavas de frecuencia siempre crecientes.
Los siete tipos de Chakras:
- Sahasrara – Corona: Chakra del sentido, el chakra maestro que controla a los demás. Color violeta.
Mineral asociado: Cristal de Cuarzo. - Ajna – Tecer Ojo: Es el Chakra del tiempo, la percepción y la luz. Color indigo.
Mineral asociado: Amatista. - Vishuddha – Garganta: Este chakra se relaciona con la comunicación y el crecimiento; siendo el crecimiento una forma de expresión. Color azul.
Mineral asociado: Lapislázuli. - Anahata – Corazón: Se relaciona con la emoción, compasión, amor, equilibrio y bienestar. Colo verde.
Mineral asociado: Aventurina Verde. - Manipura – Plexo Solar: Se relaciona con energía, asimilación y digestión. Enciende iniciativas y talentos. Color amarillo.
Mineral asociado: Jaspe Amarillo. - Svadhisthana – Sacro: Se relaciona con sexualidad y creatividad. Capacidad de dar y recibir amor. Color naranja.
Mineral asociado: Carneola. - Muldhara – Raiz: Se relaciona con el instinto, seguridad, supervivencia y al potencial básico humano. Color rojo.
Mineral asociado: Jaspe Rojo.
Árbol de la Vida
El Árbol de la Vida es un símbolo muy importante en casi todas las culturas, ya que sus ramas buscan el cielo y sus profundas raíces la tierra, lo cual unifica tres mundos: Cielo – Tierra – Inframundo, la trilogía divina.
Dentro de la mitología cristiana, un árbol se encuentra en el centro tanto del edén terrenal como el celestial, así como las culturas nórdicas hacen referencia al Ygdrassil, un árbol que tiene sus raíces en el inframundo, mientras que sus ramas de apoyo representan la morada de los dioses.
El árbol está también relacionado con la inmortalidad ya que tiene semillas o frutos, los cuales en su interior contienen toda la esencia del árbol, brindando así la posibilidad de regeneración continua, por ello el fruto de un árbol es el que confiere la inmortalidad en la historia de la creación judía.
El árbol se ha representado como la morada de los dioses, característica común en muchas mitologías y culturas, llegando en ocasiones a ser un Dios.